En cuanto a lo Cognitivo, la palabra proviene de la Expresión Latina ¨cognitare¨ que quiere decir tener conocimiento y se refiere a la forma como se elaboran juicios o se interpretan los actos de otros lo cual es muy importante en la génesis de los Trastornos del Ánimo. Si el pensamiento se basa en razonamientos ilógicos, suposiciones, creencias erradas y esquemas rígidos, el sujeto distorsiona la realidad, limita su capacidad de adaptación y probablemente incurra en Alteraciones Emocionales y comportamentales. De esta forma se le entrega importancia a la manera en que el sujeto interpreta la información es decir en su estilo cognitivo, que en niños con Depresión suele estar alterado y presenta falta de habilidades sociales, no sabe conseguir respuestas positivas de los otros por lo cual desciende su nivel de actividad y se repliega en sí mismo, lo que impide la capacidad de autorreforzarse y por el contrario se inflige fácilmente autocastigos (Lizondo, et al, 2005).
La relación entre Depresión y Cognición, está íntimamente ligadas con las creencias de pérdida o derrota, los niños con Depresión tienden a comportarse frente al resto autoevaluándose negativamente, estos patrones de pensamiento que contiene esquemas de información sobre situaciones específicas, selección de estrategias para lograr más información y la solución de problemas, de las cuales se derivan suposiciones o creencias inflexibles, que son la base para percibir, discriminar y evaluar los estímulos, son estas carencias las que llevan a que los niños con Depresión presenten falta de concentración, pérdida de memoria, pesimismo, desesperanza, sentimientos de culpa, baja autoestima, ideas de suicidio, lo que lleva a un descenso de su rendimiento.
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